No hay cliché, ni citas, ni experiencias ajenas. El mensaje es claro y sin ambages. Comienza con los prólogos de dos mujeres luchadoras: Luz Nereida Pérez y Josefina Pantojas, continúa con una dedicatoria a treinta bravas mujeres desobedientes mencionadas por sus nombres y apellidos, y casi al terminar, remacha su mensaje con una semblanza de Luisa Guadalupe.
Páginas 120 | 2005. Libro usado.